Niño de Mexicali

Compartí esta foto hace un rato en redes sociales y escribí que era especial.

Lo es.

Además, escribí que se la guardaré por siempre al niño de Mexicali.

Porque así será.

Esto también fue por él.

Por todos los años que ví deportes allá.

Por todas las veces que veía a José Ramón en la tele.

Y por todas las veces que fui a ver el show de John Milton en el Teatro del Estado.

El nombre de José Ramón fue el primero que le mencioné a mi papá después de «El Día De Mi Vida».

«¿Tú crees que José Ramón Fernández se muere de hambre?» Le pregunté.

Uno de los ocho grandes. El primero.

Pero antes de todo eso, cuando estaba en la secundaria, iba con mis amigos a ver a John Milton «La Nueva Imagen del Hipnotismo.»

Haber estado hoy con los dos, al aire y fuera de, fue muy especial.

Y se los dije. Y sentí paz.

Si puedo motivar a alguien hoy, aquí voy:

No hay límites.

Nada es imposible.

Si puedes visualizarlo, puedes vivirlo.

Por más lejos que se vea, tú puedes llegar.

No dejes de avanzar y llegarás.

Sueña en grande.

Trázate un objetivo.

Fija la vista en la meta.

Empieza a caminar.

Sigue de frente.

No te distraigas.

No te rindas.

Levántate.

Continúa tu camino.

Acelera.

Sacrifícate.

Pártete la madre.

No te detengas.

Levanta los brazos.

Y cruza la meta.

No hay imposibles.

Tú puedes llegar a donde tú quieras.

Tomará tiempo, pero valdrá la pena.

Si ahora mismo estás sentado en tu ‘Teatro del Estado’ o viendo la tele, levántate y haz que suceda.

Pero antes, velos bien y prepárate, porque algún día, ellos te estarán viendo a ti.

Hasta mañana,

SADW.

PD. Tengo un video muy especial de esto mismo para mañana.